19 de enero de 2009

Blade Runner

Blade Runner tiene casi tantas anécdotas en su producción como opiniones sobre si se trata de una obra de culto o simplemente es una extraña película de ci-fi.
Indiferente no deja, ya sea por su hipnótica fotografía y ambientación, por su banda sonora o por sus oscuros personajes.

Ridley Scott se atrevió de nuevo con un proyecto futurista ya que quería hacer algo más profundo que Alien, y después de mil y un problemas como cambios de guionista, problemas de financiación, escenas repetidas hasta la saciedad que dejaban a los actores agotados (incluso algunos no pudieron rodar ciertas escenas y tuvieron que contratar a otro especialista de lo cansados que terminaban), pudo sacar allá por 1982 una cinta que si bien a buena parte de la crítica no convenció, otro sector la vio como algo que revolucionaría el mundo ci-fi del cine.

Blade Runner nos sitúa en el año 2019 (ya cercano), un mundo decadente y oscuro, en el que grandes naves con pantallas gigantes muestran anuncios publicitarios mientras focos de luz alumbran aquí y allí en mitad de la muchedumbre...la Tierra se ha convertido en un mercadillo gigante donde la única esperanza es emigrar a colónias exteriores tal y como anuncian los paneles publicitarios día y noche (aunque en la cinta no se ve el día nunca).
Deckard, es un ex-Blade Runner que se encarga de dar caza a los llamados Replicantes, unos androides con aspecto totalmente humanoíde que provocaron una revuelta en una colónia minera (ya que eran usados como esclavos) y ahora son perseguidos para su "retirada".
Como si de una película de cine negro se tratara, Deckard se nos presenta como un policia cansado de su trabajo, atormentado por las muertes a sus espaldas y con pocas o ninguna gana de volver a su antiguo trabajo, pero una "llamada" de su antiguo jefe lo volverá a poner en activo para perseguir a unos cuantos Nexus 6 (modelo de Replicante) que pululan por Nueva York.

A partir de aquí veremos como Deckard investiga ciertos lugares hasta poco a poco ir encontrando a sus presas, mientras nos van introduciendo poco a poco en "qué piensan los androides".

La cinta puede parecer lenta, tiene mucho primer plano y tomas de lugares que relentizan bastante la acción (no es que tenga mucha), pero es que tampoco pretende ser una Terminator, aquí predomina el ambiente, los decorados y esa neblina que está por todas partes...si conseguimos conectar con el mundo creado, se disfruta muchísimo más.
Una vez sumergidos en la historia, nos encontramos con un drama moral sobre los Replicantes y su condición de esclavos, creados para trabajar pero con una mente igual a los de sus creadores, no tardaron en hacerse las preguntas que todo ser humano se hace en algún punto de su existencia, "quienes somos?", "hacia donde vamos"...unidas a una limitación en su duración de vida que les deja sólo 4 años de existencia y que, una vez experimentado sentimientos tales como el amor o el odio les hace anhelar más tiempo.

Blade Runner será siempre recordada por esa frase cargada de melancolía y belleza, en la que se nombran acontecimientos vivídos que se perderán en el tiempo, como lágrimas en la lluvia, un momento realmente precioso y que merece la pena llegar a él para entender el significado de la cinta.

Por todo ello, Blade Runner es un clásico que nadie debería perderse, que puede gustar más o menos, que puede parecer una tontería o una reflexión sobre la condición humana, pero jamás dejará indiferente.

Un saludo!.

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