23 de abril de 2012

Spectrum


Finales de los 80, o casi. Por aquel entonces ni smartphones, ni tablets, ni ordenadores ahumados con neones ni internet. Tan sólo alguna peliculilla que mostraba una par de rayas de color verde fosforito que se movían con unos ruiditos (cosa que hoy en día se sigue haciendo en el cine, es necesario que cuando uno accede a una web suene un biribip!?) y que provocaban en el espectador la sensación de futuro, de pensar en ese año 2000 con coches voladores.

No recuerdo exactamente cómo sucedió, pero de algún modo me llegó el conocimiento de cierta máquina que hacía correr videojuegos, algo parecido a lo que se podía disfrutar en los salones recreativos pero sin dejarte aquellos preciados duros.
Fue entonces cuando irrumpió el flamante Spectrum ZX 128K+2 en mi humilde hogar al precio creo recordar de unas 27.000 pesetas, un lujazo, todavía no sé cómo lo conseguí. Evidentemente no tenía los gráficos de las recreativas, pero oye, tenía una jodida máquina "recreativa" en casa!


Desde 1982, año en el que fue lanzado al mercado su primera versión de 16K a 3,5 Mhz el equipo ya se había hecho un buen hueco en el panorama,...ojito, 3,5Mhz...actualmente hablaríamos de casi 4 millones de veces esa velocidad...entiéndase cuando a los informáticos se nos quejan de que el pc va lento...nos ha jodido.

El bicho se conectaba directamente al televisor y tenía una fuente de alimentación que parecía un pulmón de un T800, recuerdo que si la noche era fría uno podía calentarse acercándose a aquél armatoste, entre eso y las luces psicodélicas que eran proyectadas cada vez que cargabas un juego, todavía no entiendo como no habían más ataques epilépticos entre la juventud.

El caso es que poco a poco uno fue entrando en cierto mundillo gamer, salpicado por algunos valientes que presentaban incluso programas hechos por ellos mismos y que se presentaban en rutinas interminables escritas en basic, la cual luego tú podías picar y crear tu propio videojuego. El propio manual del Spectrum recuerdo que traía tres bonitos juegos de esos de palitos y bolita, esos que ahora causan furar en los móviles a pesar de ser más simples que el mecanismo de un chupete, pero que por alguna razón desconocida seguimos recurriendo a ellos para entretenernos. Ya está en nuestros genes, y será transmitido.

Pero no adelantemos acontecimientos, mucho antes de llegar al apartado de programación tocó experimentar ese mágico aparato en el que ponías una cinta en el cassette, picabas Load "" y el bicho comenzaba un atronador sonido como si de un disco de Ozzy Osbourne a la inversa se tratara, el sonido era este;

 

Piensen ahora si el pc les va lento.

Y encima no había posibilidad de guardar progreso o algo parecido, no, si la carga se fastidiaba a los 9 minutos te jodías y a cargar de nuevo, ahora entenderán la ventaja que supone  ir guardando ese word o excel para no perderlo, o no?

Eso por no contar en la fase final ya del aparato cuando ya estaba cascadete de tanto uso en el que algunas cintas sólo cargaban dejando pulsada la tecla del "play" a mano, qué maravilla de sufrimiento.

Recuerdo que a pesar de que se podían copiar sin problemas los juegos, la gente seguía comprándose sus cajitas originales con los juegos, algunos llegaban a las 1200 pesetas como aquél Golden Axe o las TMNT, un juego que de vez en cuando lo ponía y era como un limpia cabezales para mi máquina, luego iban la mar de bien los demás títulos.
Incluso existían programas en la radio que "emitían" el juego para poder ser copiado, la legislación por entonces en cuanto a anti piratería simplemente no sabía cómo actuar ante estos casos, con lo que los programas se emitían sin problema alguno. De friki.


Cada uno tenemos una serie de gustos en cuanto a géneros, el mío fue sin duda alguna el de las aventuras gráfico conversacionales, las abanderadas de las postreras aventuras gráficas como Monkey Island y similares.
Eran un tipo de juegos en el que se te dejaba en un lugar en concreto, solías tener un inventario de cosas y debías moverte mediante puntos cardinales (tipo para el Norte con la N, Sur S, etc) y formar frases tipo "usar hacha con enano", cosa que más de uno recordará que no era muy buena idea.

Títulos como "La aventura original", "Cozumel", o incluso "Don Quijote", en el que para empezar a jugar se tenía que escribir "leer libro". Si no escribías la puta frase simplemente el juego no empezaba, y creo recordar que en ningún sitio se indicaba como pista o algo...por no decir que uno no podía recurrir a guías online a lo gamefaqs para ayudarse....lo único que quedaba era que alguien lo hubiera jugado y averiguado de alguna maldita manera o esperar a que alguna revista tipo MicroHobby se dignara a realizar una guía.

Por cierto, estoy seguro que los nostálgicos agradecerán este regalo;

http://www.microhobby.org/

Qué putos recuerdos más buenos, y no veas la de veces que me leí alguna de esas.

Aunque personalmente, creo que el techo de la máquina vino con "La abadía del crímen", el juego basado en "El nombre de la rosa" de Umberto Eco, un juego en vista isométrica difícil a morir en el que por ejemplo en su fase final recuerdo que literalmente tenías que memorizar el camino de la biblioteca ya que el tiempo era finito y la luz se agotaba. Y me lo pasé. Madre de Dios.

Antes de finalizar, me gustaría destacar que antes las portadas de los videojuegos no eran como ahora, la mayoría estaban realizadas a mano y eran trabajos artesanales brutales, en ocasiones incluso merecía comprar el juego sólo por la portada, en la que Luis Royo o Azpiri nos regalaban verdaderas obras de arte. No hace mucho compré un libro de portadas de Azpiri, todo un remember cojonudo y muy recomendable que le regalé a un buen amigo, no pude evitar adquirir uno yo también.


El ocaso de la máquina llegó evidentemente con la llegada de los compatibles x86, ya los Amiga y Atari ST lo habían dejado a la altura del betún desde hacía tiempo, pero su enorme catálogo y su asequible precio todavía lo mantenían a flote.
Aquellos juegos de Amiga que utilizaban 1 mega de ram ya hacían vislumbrar un futuro a todo trapo en cuanto a evolución tecnológica, y cada vez salían títulos más y más potentes....llegaron los Dragon's Lair con sus gráficos de dibus animados, Maniac Mansion y la evolución de la aventura gráfica...

Aquel bicho lo conseguí vender por unos buenos dineros, pero a pesar de todo, siempre me he arrepentido de deshacerme de él, y tal y como me pasa ahora con la Super NES, probablemente en un futuro me haga con alguna pieza por puro coleccionismo.

Un saludo!

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