13 de agosto de 2012

Los Juegos del Hambre

Gary Ross parece que tiene serios problemas a la hora de afrontar las segundas mitades de sus obras. Con Pleasantville casi lo consiguió en mi opinión, pero con Los juegos del hambre no llega muy en forma a su final.

En un futuro distópico, cada año se celebran unos sangrientos juegos en los que dos adolescentes de entre 12 y 18 años son escogidos en cada uno de los 12 distritos de una nación llamada Panem para sobrevivir a unas pruebas y deleitar a una sociedad sin escrúpulos ni moralidad alguna.


Como premisa está interesante, y para los amantes de la cifi y las distopías es un plato bastante apetecible y entretenida, así que durante la primera hora todo parece ir funcionando y se nos presentan unos personajes que no parecen del todo estúpidos, incluso parece que hay cierto drama de fondo palpable y más o menos bien llevado.

El problema de la cinta viene cuando muestra sus cartas y empezamos a recordar lo que se nos ha vendido durante la primera hora, vendido literalmente, con frases y diálogos entre sus protas asegurando que el lugar es jodidamente duro, posibilidades varias de muerte por enfermedad, deshidratación....

Pero los minutos avanzan, y comenzamos a ver algunas decisiones un tanto extrañas aunque posibles, bien, pero vemos que el lugar pues no es tan horrible como lo pintaban...luego se añaden algunas reglas de las que no teníamos constancia para que la cosa avance, alguna escena de vergüenza ajena, diálogos previsibles y tópicos...y la cosa se alarga resultando un poco incómoda.

El sabor final es agridulce, porque la historia tenía pinta de destilar mala leche y un tema que podía haber dado mucho de sí, unos críos matándose entre ellos mientras el público ve un Gran Hermano en un lugar muy hostil...pero qué sucede si de esa mala leche tenemos muy poco? Y si el lugar parece más un campamento de verano que no un lugar donde deberían llevarse al límite las posibilidades de, al menos, los que no han tenido entrenamiento alguno?
Para redondear el pastel, algunas relaciones no llegan al clímax que deberían y terminan muy desdibujadas.

Se deja ver, no obstante, y quizás su segunda parte mejore algún aspecto, pero esta primera ha resultado un tanto fallida.

Un saludo!


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